Menos ahora significa más
Los avances en la tecnología de fabricación, el menor coste de entrada, la necesidad de velocidad y la demanda de productos más personalizados , están impulsando el crecimiento de una fabricación más pequeña y localizada. Desde la Revolución Industrial, la fabricación ha perseguido con ahínco la eficiencia, lo que ha desembocado en la optimización de procesos en instalaciones centralizadas más grandes. Por primera vez en 250 años, esto está empezando a cambiar. Las mejoras en la tecnología de fabricación y en el transporte han contribuido a reducir el coste de la fabricación, lo que ha menguado el valor de las plantas de fabricación centralizadas de gran tamaño. También ha reducido el cost o de entrada dejando más espacio para los fabricantes pequeños y medianos que en el pasado no disponían de capital suficiente para abrir una planta. La necesidad de rapidez exige localización. Una razón importante de ese cambio a instalaciones de fabricación más local