¿Por qué deberías medir la productividad de tu equipo de trabajo?
La productividad de tu empresa depende en gran parte de
que tus empleados desarrollen todo su potencial. La mayoría de los
objetivos no se logran con los esfuerzos de una sola persona, sino con el
trabajo de muchas, en una mezcla de apoyo y experiencia de los departamentos de
toda la organización.
Los expertos en gestión del rendimiento están de acuerdo
en que las metas en cascada y de una “responsabilidad compartida” es vital para
el éxito de una empresa.
Estrategia
conjunta
Los Indicadores de Desempeño
Clave (KPI, sigla en inglés de Key Performance Indicators) son los objetivos
medibles de una empresa, y están típicamente ligados a la estrategia de la
organización. Las empresas utilizan sus KPI’s como base para analizar y dar
seguimiento al desempeño, así como para fundamentar las decisiones estratégicas
clave que involucren personal y recursos.
Procesos
clave
- La empresa traduce su visión corporativa en metas operacionales medibles que se comunican a los empleados.
- Se vinculan estos objetivos a los de desempeño individual que se evalúan periódicamente.
- Se establecen procesos internos para cumplir con los objetivos estratégicos y las expectativas del cliente.
- Finalmente, se analizan los KPI’s para evaluar y hacer recomendaciones para mejorar el desempeño futuro de la empresa.
KPI’s
para medir el éxito
Estos son algunos de los beneficios de utilizar los KPI’s
a través de la metodología de Balanced Scorecard para medir el éxito de una
empresa:
·
1.
Los empleados y los gerentes ven el plan global de metas corporativas
y entienden cómo sus metas individuales encajan en los objetivos de negocio de
la compañía, creando una situación en la que los empleados se sientan
energizados y comprometidos con el éxito de la empresa.
·
2.
Los gerentes se mantienen más fácilmente en contacto con el
progreso de los empleados durante cada fase de finalización de la meta, y
ofrecen un refuerzo o entrenamiento inmediato para mantener el rendimiento y
los plazos en el buen camino.
·
3.
Se crea un entorno abierto y comunicativo que incluye
retroalimentación de calidad sobre las metas y el progreso de crecimiento.
·
4.
La traducción de los objetivos estratégicos de alto nivel en
objetivos claros para cada unidad de negocio, crea una línea de visión clara de
arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, para que cada persona entienda cómo
sus acciones cotidianas están contribuyendo al éxito general de la empresa.
·
5.
Los empleados son más capaces de alcanzar las metas que se
vinculan con los objetivos de la organización, si se impulsa la comprensión de
la estrategia, generando un compromiso que los haga sentir parte de ese
crecimiento.
Al
poner en cascada los objetivos corporativos en toda la organización es posible
alinear a toda la fuerza de trabajo con la estrategia general, y esto asegura
que todo el mundo se enfoque en sus objetivos clave de negocio que se
traducirán finalmente en mejor productividad.
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